Algo de mí


Los cuadros tienen que descansar. En lo posible a la intemperie, a lo que sea. Olvidarlos un tiempo, para que se hagan, para que hablen.
Esto me lo dijo alguien a quien veo poco pero admiro mucho. Y trato de aplicarlo lo más que puedo. Aunque suelo irme a los extremos.
Definir hacer arte es definir cómo uno vive. Y eso es, a veces, un poco complicado.
Así que lo que sale, lo que se ve, habla por sí mismo al que quiere escuchar.
Aprendí en talleres con gente magnífica, en la calle con situaciones enredadas y en el encierro con mi mente incansable, tratando de ordenarlo todo.
Aprendí borrando, exponiendo, tapando, estrenando, pegando telas, arreglando lo roto, despotricando por las interrupciones, por los momentos fallidos, por las ausencias.
Y eso soy. Y en eso estoy. Hago y deshago. Pero guardo todo en un rincón de mi ser, para usarlo en el momento preciso. Porque algo de memoria me queda después de tanto borrón y cuenta nueva. Y hay tesoros que quiero disfrutar todo el tiempo que pueda, a pesar de todo.
Por eso pintarrajeo superficies, dibujo en el aire, escribo en un teclado, fotografío momentos y junto objetos de la vida para mis “construcciones leves”, en donde dé.
Mis pasos al costado y mis amores les dan sentido. Y mi inconsciencia les da la forma.
Tal vez algún día todo esto forme parte del mapa de mi vida, como un rompecabezas finalmente armado. O tal vez solo sea más dust in the cosmic wind…

Salud!


Claudia Medina Castro
28|01|12

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