Suavemente caigo. Me deslizo sin querer al lugar de siempre. Sin pretensiones continúa la historia, como cualquiera. Y me veo en la gran casa, buscando. Distintas cosas, claro. Generalmente personas. Las preguntas se amontonan, las respuestas se esconden. Situaciones esquivas, con personajes conocidos, que se conectan entre sí. Yo trato de unirme sin poder escuchar. Era en fin lo que quería, no? y no… no lo era. Me siento sola, expuesta. Pero no todo es lo que parece… en el cuartito hay una entidad que me dicta qué sentir. Actúo ignorándola, sin éxito. Insisto en poder ver a través de las paredes tratando de hilar los sucesos. Pero son tantas, y tan extrañamente construidas que termino preguntándome sobre ellas y su razón de ser. Pequeñas puertas asoman y muestran recortes de figuras que hablan, o eso presiento, porque están de espaldas. No lo puedo confirmar. Me acerco con la idea de enterrar a la entidad con sus incómodos mandatos y ver por mí misma la realidad. Entonces me despierto. Todo está en su lugar. Y tu sonrisa me trae el desayuno, contenta de verme de vuelta.
Cla9
20/02/2010
muy buen sueño...el de un hombre sonriente con el desayuno. Lo demás es REAL.
ResponderBorrarjaaaaaaaaaa... !!!!
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